Nuestros Programas:
Ayuda Humanitaria a la gente de Puerto Rico después del Huracán María
El Huracán María, un ciclón tropical extremadamente poderoso, ha causado una crisis humanitaria en el Caribe. Puerto Rico sufrió daños catastróficos, incluyendo destrucción por completo de la red eléctrica, ya envejecida, afectando también la red de comunicaciones a través de la Isla. Muchas personas están sin electricidad y agua limpia. Con tantos daños, la Isla y su gente tienen muchas necesidades, desde lo esencial como agua potable, comida, medicinas y artículos de aseo hasta combustible para los generadores, así como materiales para reconstruir las viviendas destruidas o maltrechas.
En colaboración con profesores en la Universidad de Puerto Rico, la Fundación Derechos y Oportunidades ha intentado identificar organizaciones que tienen una historia de apoyo comunitario y la capacidad de usar las donaciones que reciban. Algunas de estas organizaciones son para adiestramientos o desarrollo de las comunidades; otras suplen materiales y bienes a las regiones más necesitadas de la Isla.
Haz clic AQUI para ver una lista de las organizaciones con base comunitaria y otros esfuerzos de ayuda después del huracán.
Niños como víctimas del crisis de refugiados en Europa y en Las Américas
La Fundación para los Derechos y Oportunidades ofrece su apoyo a la Dra. Lynne Jones, quien es siquiatra de niños, investigadora, escritora y dada a las causas humanitarias, para atraer a la luz pública las condiciones pésimas en que viven los niños en los campos para refugiados en Europa. Puede leer y ver fotos de su trabajo, así como las conmovedoras historias de los niños Aquí.
Abogando por una respuesta humanitaria para la crisis de los refugiados en Europa
En Europa se esté dando la crisis de refugiados más intensa desde la Segunda Guerra Mundial…y casi no tenemos noticias sobre ello en los medios de comunicación. Los refugiados provenien de Siria, Africa del este y Turquía, desplazados por la guerra en estos lugares. Todos luchan por llegar a Europa. Los países europeos vacilan en aceptar estos refugiados por el impacto económico y social, así como por el miedo generalizado a los extranjeros e islamistas. El racismo es otra de las razones para este miedo. Miles han muerto intentando cruzar los mares hacia Grecia o Italia. Como resultado, muchos están hacinados en campamentos de refugiados ubicados en Grecia, a donde llegan a la isla de Lesvos y la frontera de Macedonia. La Fundación para los Derechos y las Oportunidades apoya al equipo JAFRA, una organización de refugiados apoyando a otros refugiados, en Grecia. JAFRA recibe nuestro apoyo para proyectos específicos como la producción de un periódico para los refugiados y un taller de fotografía, el cual permite a los niños refugiados documentar sus vidas y expresar sus sentimientos sobre sus familias y las comunidades donde están.
Otro campamento de refugiados, conocido como la Jungla de Calais, se ha formado en la costa de Francia. No es aceptable que estén viviendo hacinados, sin las necesidades básicas, sin estatus legal, con la incertidumbre de si serán aceptados por Europa, regresados a sus lugares donde no hay seguridad o quizás removidos por la fuerza. La solución a este problema requiere de una acción política. Un mundo que sólo observa cómo la guerra se ha ido desarrollando, cómo los tiranos están controlando los países y el sufrimiento bajo la opresión, tendrá que sufrir las consecuencias humanitarias de ello. Igual, los países que han cerrado sus fronteras a las familias buscando seguridad, deben encontrar formas de proteger a los más vulnerables y aliviar el sufrimiento.
Esta es una incómoda verdad que los medios no reportan. Para crear concienciación, la Dra. Lynne Jones, siquiatra de niños, humanista, investigadora y escritora, está haciendo un esfuerzo por atraer a la atención pública la situación de los niños refugiados en la Jungla de Calais y Grecia. Puede leer sobre sus hallazgos AQUI. La Fundación para los Derechos y las Oportunidades está apoyando los esfuerzos de la Dra. Jones para dar a conocer las experiencias de los niños refugiados.
Una vez bajo la luz pública, los gobiernos se verán forzados a responder e implantar cambios políticos para aliviar esta catástrofe humana.
Crisis de refugiados y migrantes en Centroamérica
Desde el 2014, aquí en Estados Unidos, no se ha escuchado mucho sobre la crisis de los niños migrantes. El Plan para la Frontera del Sur (Southern Border Plan), instigado por Estados Unidos, ha presionado a México a detener el flujo de migrantes y refugiados hacia su frontera. Según reflejan los datos de deportaciones, el número de migrantes que logran pasar la frontera de los Estados Unidos se incrementó en los primeros años de la administración de Obama, pero desde el 2014, esa cifra ha bajado.
Esta baja en las cifras de deportados no significa que el problema se ha resuelto. La violencia y las muertes en el Triángulo del Norte, que incluye los países de Guatemala, Honduras y El Salvador, ha aumentado y ahora es más fuerte que en cualquier otro país que no está en guerra, La pobreza y desigualdad persisten sin resolverse. Los gobiernos de América Central están fallando en proteger a sus ciudadanos ya que sus condiciones sociales y económicas caen en los niveles de pobreza y la creciente violencia está en todas partes en estos países, razones identificadas como las causas para que grandes masas de personas abandonen sus hogares. El informe más reciente de la organización Amnistía Internacional, que se incluye en la sección de referencias, ofrece información detallada de las causas y efectos de esta migración, especialmente las consecuencias de que estos gobiernos no provean protección a sus ciudadanos quienes son deprtados otra vez a sus países de origen, donde les espera el mismo ambiente violento. Más aún, para los niños migrantes ha ido en aumento la práctica de ser asesinados una vez son deportados desde Estados Unidos y México hacia Honduras y El Salvador.
Las violaciones a los derechos humanos incluyen el fracaso de reconocer que estos “migrantes” son en realidad “refugiados” que intentan salvar sus vidas y tienen el derecho de ser protegidos. Por otro lado, ni México ni Estados Unidos están preparados con posibilidades de refugio, hogar, protección o procedimientos para aplicar para una amnistía. Pero deportar a los refugiados a sus lugares de origen cuando sus vidas están en riesgo, es una violación a los derechos humanos y, desafortunadamente, esto es lo que ocurre frecuentemente. Golpes y castigo corporal es lo que impera en el Triángulo del Norte. Los niños son golpeados por las pandillas, también en las escuelas y en sus casas, lo cual contribuye a que más niños intenten solos este viaje hacia el norte.
La Fundación Derechos y Oportunidades reconoce que es esta violencia la base de muchos problemas en América Latina que repercute en México y los Estados Unidos, así como para todos los que han sido víctimas.
La solución a la crisis de los migrantes en América Latina y los Estados Unidos no es construir muros o deportar familias y niños de regreso a sus países donde sus vidas están en peligro, sino cambiar los patrones de violencia que hacen que las personas se sientan inseguros en sus hogares. De seguro que las autoridades pueden tomar control de las pandillas o bandas armadas, contribuir al desarrollo económico de la zona para que estos jóvenes tengan oportunidades alternas y no se organicen en pandillas. Más preciso, esos que quieren salir de la violencia mediante la emigración, deben ser protegidos y tener la oportunidad para la vida y el éxito. Para que esto suceda, el mundo debe enterarse de la magnitud de esta situación y llevar a cabo acciones políticas hacia la solución del problema.
La Fundación continuará con su trabajo de apoyo a los refugiados y migrantes alrededor del mundo para traer a la luz pública las condiciones que les impactan y que se deben cambiar.
Recursos sobre Asistencia Humanitaria:
Organizaciones humanitarias que apoyamos: